He aquí, yo estoy contigo, noche y día, contra viento y
la tormenta, en los momentos de alegría y en los momentos de tristeza,
yo estoy contigo.
Yo nunca te dejaré ni te abandonaré.
Mi Espíritu está siempre con usted. Así dijo el Señor.
Hermanos, ustedes nunca están solos porque Dios está siempre con ustedes.
Él sabe cuando está despierto y sabe cuando está durmiendo.
Su Espíritu te cuida como una madre amorosa cuida de sus pequeños hijos y
como un buen pastor que diligentemente vela por su rebaño.
Él es capaz de prever todas sus necesidades.
No hay hoyo tan profundo que Él no puede levantar fuera de él ni hay
cualquier problema tan extremas o desconcertantes que Él no puede quitar
rápidamente.
Por todo poder en el cielo y en la tierra se le ha dado a Jesucristo nuestro Señor.
Con Dios nada es imposible.
Amén.